Este pasado sábado el Txingudi Rugby Club jugó el primer partido de liga en Donostia frente al Atlético San Sebastian.
La formación inicial la compusieron André Ferreira, Aitor Asurmendi, en su primer partido como capitán, y Lander Vielba en la primera línea, Jenő Kocsis y Sylvain Lapeyre en la segunda, Xabi Sánchez, Ekaitz Aia y Asier Amigo en la tercera, Adur Manterola como medio de melé, Unai Herrero como 10, Iván Martín y Ekain Hiribarren como centros, Unax Domínguez y Oihan Arruabarrena en las alas y Alejandro Lasa como arrière. También jugaron Iñaki Cano e Ibai Prego.
“Las bajas hicieron que fuéramos con pocos suplentes y jugadores alineados fuera de su posición habitual, pero teníamos claro que el cambio de chip respecto al partido anterior era fundamental”.
Nueva actitud, pero 20 minutos para olvidar
“Desde el comienzo quedó claro que habíamos aprendido del partido de 2 semanas atrás. Nuestra defensa presionó con mayor intensidad en el juego abierto, nos mostrábamos agresivos en las fases estáticas y lanzábamos nuestros ataques de forma valiente, llegando en numerosas ocasiones a bordear su zona de 22. Sin embargo, el juego veloz y a la mano del rival, combinado con nuestros errores, mostró ser arrollador al comienzo del partido y los ensayos empezaron a caer. En el minuto 20 ya perdíamos por 31 a 0, fruto de 5 ensayos (minutos 3, 6, 9, 15 y 19) y 2 transformaciones (minutos 10, 16 y 20). Con este resultado, tuvimos nuestra primera oportunidad de sumar puntos en el marcador, mediante un golpe de castigo escorado a la derecha a unos 35 metros de distancia que Alejandro Lasa no consiguió transformar”, señalan desde el Txingudi Rugby Club.
A partir de este punto, los donostiarras bajaron un punto de intensidad, “mientras nosotros seguíamos haciendo nuestro juego. A pesar de ello, seguimos dejando espacios que ellos lograban rentabilizar y, en lo que quedaba de primera parte, recibimos dos ensayos más (26’ y 34’), siendo el segundo transformado. Llegamos al descanso con la sensación de estar cumpliendo con nuestro juego, pero con un duro 43 a 0 en el marcador”.
Una segunda parte muy digna
En el segundo tiempo “logramos mantener el juego de la primera mitad, mientra que el Atlético iba bajando marchas por momentos, haciéndoles cometer errores que logramos aprovechar. Así, en el minuto 46, los donostiarras recibían una tarjeta amarilla por no dejar la debida distancia a la salida de un mark jugado rápidamente por Adur Manterola”.
Tres minutos después, concedieron un golpe de castigo empujando antes de tiempo una melé a unos 30 metros de palos que, esta vez sí, Alejandro Lasa lograba pasar entre los palos (43-3).
“El cansancio hacía mella en ambos equipos y las melés por avant eran cada vez más numerosas, fase en la que cada vez nos veíamos mejor y en la que logramos tomar las riendas. En el minuto 61, otro golpe de castigo donostiarra nos brindaba la oportunidad de acercarnos en el marcador, con una patada esquinada que nuestro zaguero no desaprovechó, poniendo el 43-6 en el marcador. En las siguientes jugadas, aprovechamos varios golpes seguidos del Atlético para avanzar metros y situarnos a unos pocos metros con una touche a favor. El saque corto a las manos de André Ferreira inició una combinación de fases cortas y largas que culminaron con el ensayo de Ekaitz Aia en el minuto 69. La recta final del partido fue un correcalles con varios cambios de posesión y con juego por todo el terreno que concluyó con ensayo del Atlético en el minuto 79, después de varios fallos de placaje nuestros. El partido terminó en 48-11, con la sensación amarga de llevarnos un marcador más abultado de lo que merecíamos, tras haberlo dado todo, a pesar de las circunstancias”.
“Nuestro próximo rival será Elorrio, un viejo conocido con el que llevamos 2 años sin jugar, ya que el año pasaron no disputaron la liga y el último partido de la anterior fue el de la primera jornada suspendida por la pandemia. Los bizkainos han vencido por 33 a 14 en su partido contra Sarako Izarra, por lo que anticipamos que será un partido muy duro y complicado”.