Fran Rivera, posando sin mascarilla para la fotografía, en el Stadium Gal. / Martín Tellechea

Nacido en Barbate (Cádiz) hace 20 años, a Fran Rivera se le presentó a finales del pasado verano la oportunidad de fichar por el Real Unión. Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, no se lo pensó y decidió «emprender viaje» lejos de casa. Con la primera fase de la temporada a punto de terminar, reconoce estar más adaptado ahora al fútbol del norte.

– La primera pregunta es obligada. ¿Cómo está el equipo ante las dos finales que quedan antes de terminar esta primera fase de la competición?

Estamos concentrados en hacer lo nuestro. Estamos entrenando bien, sabiendo lo que tenemos por delante y sabiendo que dependemos de nosotros mismos. Todo está muy apretado y tenemos que hacer dos buenos partidos para poder conseguir el objetivo de meternos entre los tres primeros en esta primera fase.

Estaba claro que la liga iba a terminar así de apretada. Ten en cuenta que hay equipos muy buenos en nuestro subgrupo, con plantillas confeccionadas para subir. Y ahí estamos nosotros, peleando con ellos.

– Le costó adaptarse cuando llegó a Irun…

Sí. Llegué a Irun a comienzos de octubre del año pasado, fuera de mercado porque quedé libre del Real Madrid. Fue un cambio grande para mí. Soy de Barbate, de Andalucía. Me vine al País Vasco, a 1000 kilómetros de mi casa, pero porque me encanta el fútbol. Reconozco que me costó adaptarme al equipo y al modelo de juego, que cambia mucho del vasco al andaluz, pero gracias al equipo, a Aitor Zulaika y al cuerpo técnico he ido mejorando. Ahora estoy mucho más cómodo dentro del campo y creo que se nota. Fuera del campo también me entiendo muy bien con los jugadores.

– El equipo está arriba, eso genera dinámicas positivas, pero también competitividad… Todo el mundo quiere estar en la alineación inicial…

Creo que tenemos una plantilla increíble. Creo además que se ha gestionado y se está gestionando muy bien. Y eso es bueno. Que no haya solo un once inicial, que el entrenador tenga que pensar mucho a quién poner y a quién no en cada partido. Eso es buena señal. Si hay muchos jugadores que merecen jugar aumenta la competitividad en el equipo y el entrenador tiene también muchas más opciones, en función del tipo de rival o partido que vayamos a afrontar.

– ¿Por qué escogió la opción de venir a Irun?

Antes de venir aquí me informé acerca del Real Unión. Te diré incluso que allí, en mi pueblo, Barbate, se habla de este club. Aquí, al igual que allí, la gente siente mucho el fútbol, lo vive con pasión y es de su equipo, lo lleva en el corazón. Y eso me gustó mucho. Con Gorka (Etxeberria) las conversaciones fueron también en muy buena línea… Por eso tomé la decisión de venir aquí.

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