Iñigo Camarero. / Martín Tellechea

Cuando Iñaki Lekuona comunicó a la directiva del Txingudi Rugby Club su intención de dejar el club, los ojos se volvieron hacia Iñigo Camarero. El que fuera hasta esta pasada temporada pilier del equipo será el nuevo entrenador de un equipo que se marca como objetivo estar en la parte de arriba de la tabla. Solo falta una cosa: que haya calendario y que la temporada pueda empezar.

– ¿Cómo están viviendo estos meses de pandemia dentro del club?

En marzo terminó la temporada anterior y tuvimos que parar toda la actividad debido a la pandemia y el confinamiento. Cuando terminó empezamos a organizar la temporada siguiente, pero con mucha incertidumbre. Puedes prever algunas cosas pero otras, desde luego, no. Así que comenzamos un poco antes de lo normal, sin saber muy bien cómo se iban a desarrollar los acontecimientos y, como te digo, con total incertidumbre, sabiendo que en cualquier momento nos podían de nuevo mandar para casa, que no teníamos fecha fija para empezar la competición oficial… todo sobre la marcha pero, claro, hay que estar preparado y pretemporada tienes que hacer.

Estamos en contacto con la Federación Gipuzkoana de Rugby como con la Federación Vasca de Rugby, pero tampoco nos pueden decir gran cosa. Ahora mismo todo depende de cómo vaya evolucionando la pandemia y las medidas que adopten las instituciones. La previsión que tienen es que comencemos en enero, pero vistas las cosas, no sé yo si vamos a poder echar a andar para esas fechas.

– Si empieza en enero, entiendo que será con una profunda remodelación del formato de competición…

Sí, entiendo que sí, no va a quedar otra, pero todavía no está nada organizado. Se habla de grupos más reducidos, de disputar la competición a una sola vuelta… quieren saber también quiénes están dispuestos a competir porque hay equipos que en estas condiciones no quieren jugar. Está todo en el aire.

– ¿Cómo ha planificado la preparación del primer equipo?

Es difícil hacer una planificación a largo plazo. Empezamos en julio intentando llevar a cabo una pretemporada lo más normal posible. La hemos ido alargando, nos han mandado para casa un par de veces. Ahora estamos en casa por segunda vez y estamos entrenando en casa. Quedamos por Zoom para hacer los ejercicios todos juntos,pero no es lo mismo. No se puede comparar estar todos juntos en Plaiaundi, aunque como en las últimas semanas tengamos que estar en grupo reducidos o haciendo trabajo individual para mantener distancias, que estar viéndonos por la pantalla del ordenador. Pero es lo que toca.

– Se estrenará además como entrenador…

No había pensando en dar el paso. Quería seguir jugando un poco más aunque veía que el límite estaba cerca. El último año he estado además lesionado del tobillo y no he podido jugar todo lo que quería, pero es lo que ha tocado. El anterior entrenador nos comunicó que dejaba el club y en la directiva pensaron que yo era la persona indicada para coger las riendas del equipo. Dije que sí porque entendí enseguida la situación… y aquí estamos, con mucha ilusión.

– ¿Se ha puesto alguna meta?

La temporada pasada la terminamos bastante bien y el objetivo que me he marcado es estar en la parte superior de la tabla. Ya lo he hablado con los jugadores y todos estamos convencidos de que podemos estar ahí arriba.

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