El Bidasoa-Irun ha puesto rumbo a Valladolid a primera hora de la mañana, con el objetivo de meterse en la final de la Copa Asobal que se disputará el domingo en el pabellón Huerta del Rey. Antes, mañana, habrá que superar el escollo de las semifinales, en un encuentro que enfrentará a los de amarillo con el anfitrión del torneo, el Recoletas Atlético Valladolid.
«El final de esta primera vuelta ha sido muy bonito, consiguiendo tantos puntos, estar tan arriba en la clasificación, primeros en nuestro grupo de la Champions League, con toda la ilusión del mundo en esa eliminatoria de febrero y con la guinda al pastel que es jugar esta Copa Asobal. Nosotros damos mucho valor a estar en las grandes competiciones, en los grandes momentos, todo el foco del balonmano español va a estar puesto en esta competición este fin de semana y es muy bonito, vamos con mucha ilusión de hacer un buen papel pero sobre todo a disfrutar de estar ahí», ha señalado el entrenador del conjunto irundarra, Jacobo Cuétara, antes de subirse al autobús.
«Creo que hay que dar valor al hecho de estar ahí jugando la Copa Asobal y también a todo lo de alrededor, que también se disfruta. Luego, hay que ser lo más competitivos posibles. Sabemos que jugamos contra el Atlético Valladolid, en su casa, con su afición, en una competición especial… El trascurso de la liga da absolutamente igual. Vamos con la ilusión de ser lo más competitivos posibles y luchar por una final que es especial. Entrar en la Copa Asobal ya de por sí es especial porque pasas a la historia de la competición, así que jugar una final más. Levantarse ese día y pensar que si todo te sale perfecto puedes ganar un título. Es una sensación muy especial, pero para ello primero hay que jugar la semifinal y tenemos el derecho a disfrutarlo, estar orgullosos independientemente de lo que pase, intentando ser lo más competitivos posibles para llegar a la final».
La evolución de este último año
Preguntado por la progresión que ha tenido el equipo en este último año, Cuétara ha señalado que «hemos tenido un crecimiento brutal en este último año. Nos hemos saltado muchas fases, nos hemos saltado muchos escalones en la progresión. De repente hemos saltado de estar cerca de los equipos europeos a estar en competición europea, superar a esos equipos, jugar finales, a competir en Champions y ser competitivos. Hemos normalizado el hecho de ganar siempre y no poder perder nunca, de tener que llegar a las finales… nos hemos saltado muchísimos escalones y casi no ha dado tiempo a asimilarlo. Estoy muy contento y muy orgulloso».
