La pasión por el deporte del balón oval tomó las calles de la ciudad fronteriza desde por la mañana. Eran las chicas y chicos del equipos sub 14 del Zaisa Txingudi quienes, junto con sus pares de La Única (Iruña) y el Gaztedi (Vitoria-Gasteiz) inauguraban el programa del Irun Rugby Eguna 2022, evento que volvía tras una primera edición en junio de 2019 y un largo parón de dos años debido a la pandemia.
Los tres equipos contendientes ofrecieron a quienes se acercaron a Plaiaundi tres igualadísimos partidos que se decantaron por pequeños detalles y en los que la deportividad y el buen ambiente fueron los grandes protagonistas. Koldo Alonso, entrenador del Zaisa Txingudi, destacó el buen juego de su plantel: “En los dos partidos que han jugado nuestras chicas y chicos, han movido la pelota en ataque, han sabido organizarse en defensa, han placado, han sabido reaccionar al verse por debajo en el marcador e, incluso, le han dado la vuelta al resultado para vencer un partido en la última jugada. Al margen de los números, hemos podido disfrutar de buen rugby, tanto dentro como fuera del campo, y estamos muy satisfechos por ello”.
Por parte del Zaisa Txingudi, jugaron Hodei Aizpurua, Unax Aristizabal, Aritz Arrieta, June Bengoetxea, Jakobe de la Serna, Brayan de Oliveira, Eneko Díaz, Maider Díaz, Aimar Echeveste, Aitana Garrido, Mattin Gojenola, Markel González, Aimar Iturre, Ewan Little, Aiert Mendizabal, Markel Moratinos, Adrián Muñoz, Oier Oliveira, Laida Rodríguez, Ekaitz Sánchez y Helene Tristán que, junto con Ahren Villegas y Pablo Ortega, han conformado la plantilla del Zaisa Txingudi sub14 esta temporada.
Al finalizar, los tres conjuntos, junto con padres, madres, equipos técnicos, árbitro y aficionados, celebraron el tradicional tercer tiempo.
Por la tarde siguió la celebración
Tras un gran comienzo, la jornada del Rugby Eguna se trasladaba a las calles del centro, en concreto a la calle Fueros, en la que se instaló un coqueto campo de rugby en miniatura, con sacos de placar, escudos para percutir y hasta una versión reducida de las características porterías, donde las y los txikis pudieron disfrutar de distintos juegos dinamizados por integrantes de las categorías sub 14 y sub 16 del club. Iñigo Aizpurua, coordinador de la escuela del club, hacía hincapié en “la importancia de que las niñas y niños entiendan que el rugby no es un deporte violento, como se suele pintar, sino una forma de pasárselo bien, hacer amistades, aprender valores y en la que todo el mundo es bienvenido”.
Eran tantas las ganas de las y los txikis de practicar y mostrar su deporte a la ciudad que el espacio habilitado pronto se les quedó pequeño y bajaron a la plaza San Juan a improvisar una tocata. “Es una modalidad del rugby en la que sustituimos placar por tocar con dos manos. Hay que buscar la evasión y no tanto el contacto” explicaba Hodei, uno de los jóvenes participantes.
Justo enfrente, en una gran carpa roja, los jugadores del senior Alejandro Lasa, Ekain Hiribarren, Ekaitz Aia y Asier Amigo se encargaban de vender merchandising del club. En palabras de este último, “somos un club con historia, pero pequeño, por lo que el trabajo voluntario y la camaradería son elementos clave”. Esto último se ve reflejado en la gran cohesión del primer equipo del club, a pesar de que los resultados no han acompañado. “El buen ambiente que tenemos en el vestuario hace que seamos una piña, aunque las lesiones nos hayan condicionado mucho la temporada” dice Hiribarren, que tuvo que parar dos meses tras el partido contra Arrasate por una lesión en el hombro.
Un poco más arriba, en la calle Mayor, veteranos ya retirados del rugby en activo, como Rafa y Andoni Emazabel, Imanol Aizpurua, Urko Genua, Itoitz Martín, Ittu, Aitor Elizalde, Manuel Lozano, Alberto Barrios, Iván Tizón, Carlos Solanilla o Xabier Garrido, jugadores de la sección de rugby touch como Iñaki Urrutxurtu, Aitor Zazpe, Urtzi Berastegi, Aizpea Babaze, Ioseba Echeveste, Fran Franco, Luis y Aitor Petrikorena, David González, David Muñoz, Álvaro García, Yon Michelena, Iraitz Zabaleta, Gorka Eizaguirre y Gorka Nava, amigas y amigos del club, como Elena Gómez, compartían otra de las tradiciones de este deporte: la cerveza.
Para finalizar, un popular tercer tiempo
Y es que esta bebida, tan íntimamente ligada al rugby y a su tercer tiempo, también estuvo presente en este evento. Mientras que la txaranga Peña Poteo recorría las calles Legia, Mayor y Fueros en kalejira, Joao Costa, Asier González, jugadores del primer equipo, e Iñigo Camarero, entrenador del mismo, atendían la barra situada en el exterior del Txingudi Rugby Taberna entorno a la que se arremolinaba el grueso de la plantilla del primer equipo; Carlos Lora, Ugo Poncini, Mathieu Lleset, Ekaitz Aia, Ibai Prego, Iker Tejero, Ioritz Franco, Jenö Kocsis, Koldo Urroz, André Ferreira, Ivan Martin, Beñat Herrero, Unai Herrero, Oihan Arruabarrena, Unax Dominguez y el entrenador Juanma Herrero.
Dentro del bar del club, en el 11 de la calle Mayor, la actividad era frenética, pero excelentemente atendida en la barra por Ainhoa y Oihana Goenaga, Ainara Cabezas y Carol Larrea.
Entre los asistentes a la fiesta del rugby, se pudo ver a “Kalixa” Silanes y Gonzalo Carrión, concejales de Hondarribia, y a Borja Olazábal, edil delegado de deportes en Irun.
Y mezclándose entre la multitud, Gari Mendizábal, delegado de la escuela de rugby, Xabi Sánchez, jugador de la primera plantilla, y “Pachi” García, director técnico, grababan vídeos y sacaban fotos para las redes sociales del club.
En opinión de este último “este tipo de eventos son vitales para la visibilización de nuestro deporte, en general, y del club, en particular”. A la kalejira, que contó con el apoyo de los bares Mari, Muro, Ekialde, Imasde y Manolo, además de la taberna del club, se sumaron los aficionados que bajaban de Artaleku y que celebraron, junto a la familia rugbyzale, la victoria de su equipo ante el Granollers. “Con esta actividad llenamos de rugby las calles de nuestra ciudad, pero también de música, alegría y buen ambiente. Tenemos que repetir esto, tenemos que hacer otra…” repetía García.
