Borja Burguete, en Luis Mariano, con el polideportivo Artaleku detrás. / Martín Tellechea

El Bidasoa Irun ha confiado a Borja Burguete a dirección técnica de la cantera bidasotarra. Alguien de la casa, forjado en las categorías inferiores y que ha crecido en tareas técnicas en los últimos años bajo el paraguas de Jacobo Cuétara, uno de sus grandes valedores. ¿El reto? Que la cantera amarilla siga dando sus frutos, con una nueva metodología de trabajo, acorde a los tiempos que corren.

– Han pasado ya unos días desde que el club comunicó la noticia. Volvamos por un momento atrás en el tiempo. ¿Cómo se lo comunicaron?

Me llamó Gorka Wamba, el directivo responsable de la base. Me dijo que quería hablar conmigo, que quería organizar la base de cara al futuro. Al principio me pareció normal, no le di demasiada importancia. Es lógico que la directiva quiera organizar el futuro a todos los niveles y que yo, estando en el primer equipo como segundo entrenador, tuviera esa información. De hecho, es algo con lo que todos estamos de acuerdo. Todo lo que sea estructurar la base para ir mejorando y que a futuro haya jugadores que puedan alcanzar el nivel para llegar al primer equipo mejor que mejor. Hay que darle valor al producto que tenemos. No hay más que ver a los chavales que actualmente están jugando: Santano, Nieto, Urruzola, Furundarena… el potencial que tiene esta gente, muy válida, que va a ir creciendo a medida que la vayamos formando. Para eso hay que organizar un trabajo, que pasa también por estructurar la cantera. Se trata de establecer una línea de trabajo que vaya desde la escuela hasta el juvenil.

– Lo que no se esperaba era que el elegido fuera usted…

A los dos días me llamó otra vez y me dijo que la directiva creía que yo era la persona indicada para todo esto. Me hizo una ilusión enorme. A mí, todo lo que sea estar con chavales y trabajar con ellos, me encanta. Yo he pasado por la cantera del Bidasoa, una cantera de un club top de ASOBAL. Es un orgullo, enseguida le dije que sí. No dudé ni un solo segundo en decirle que sí. Quiero estar ahí y trabajar con ellos.

– ¿Le han marcado alguna meta o algún objetivo?

No hemos puesto ningún objetivo. Ahora mismo nuestro objetivo es formar a los jugadores. Hombre… entiéndeme, el objetivo a largo plazo siempre tiene que ser que salgan jugadores. Pero inicialmente lo que hay que hacer es generar una línea de trabajo, con una serie de contenidos y etapas. Ahora mismo existe, pero con muchas cosas por mejorar. A partir de ahí, veremos hasta dónde podemos llegar.

– Irun es una plaza de balonmano, pero en etapas iniciales supongo que costará que los chavales se decanten por este deporte…

Sí. Tenemos que conseguir que un volumen alto de chavales y chavalas vengan al Bidasoa. Que en lugar de preferir el fútbol u otros deportes elijan el balonmano. Somos conscientes, por ejemplo, de que quitar gente al Real Unión es complicado. Lo digo en el buen sentido de la palabra, pero es un reto conseguir que se decanten por el balonmano.

– Una última, Jacobo Cuétara es una persona importante en la trayectoria deportiva de Borja Burguete…

En todo mi trabajo siempre me apoyo en él. Mi cultura de trabajo la he aprendido gracias a él. Mi manera de trabajar, mi manera de ver el balonmano, mi manera de hacer las cosas… es gracias a él. Le tomo como un referente. Y sé que me va a ayudar en todo. Creo que la directiva también es consciente de eso. Saben que yo puedo estar ahí, pero también está Jacobo. Creo que es un punto a favor de todo este proyecto que se quiere poner en marcha.

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