Los chicos de Iñigo Camarero y Juanma Herrero volvieron a demostrar la garra de partidos anteriores y generaron peligro cuando tenían la posesión, pero la mala organización defensiva los condenó a recibir diez ensayos, que pudieron ser más, si no llega a ser por varios errores de manos que tuvieron los bilbaínos en los últimos metros.
Comenzaron el partido André Ferreira y Joao Costa como pilieres, Aitor Asurmendi como talonador, Lander Vielba y Asier Amigo en la segunda línea, Xabi Sánchez, Ekaitz Aia y Asier González en la tercera, Javi Boes como medio melé, Ugo Poncini como apertura, Ibai Prego y Oihan Arruabarrena en las alas, Unax Domínguez y Román Solís en el centro y Adur Manterola en la zaga. Salieron desde el banquillo Jon Mediavilla, Julen Emparan y Carlos Lora. Arbitró el partido la colegiada Elena Mora.
En los primeros minutos, ambos equipos plantearon a qué querían jugar; mientras que los locales abrían el balón por toda la línea de tres cuartos, sumaban apoyos en segunda cortina y defendían de forma compacta, los bidasotarras optaban por avanzar chocando con los delanteros, pases muy profundos y aumentando la presión en defensa todo lo posible.
Pero esta situación de máxima igualdad tocaba a su fin en el minuto 10, cuando los bilbaínos lograban generar superioridad numérica en el ala y llegaban por primera vez a la zona de ensayo. Parecía que los locales habían tomado la medida al Zaisa Txingudi, ya que recurrieron al juego por las bandas en repetidas ocasiones, logrando desbordar a los de negro y blanco. De esta manera llegaron dos ensayos más en los minutos 14 y 17, estos dos siendo transformados a diferencia del primero (19-0).
A partir de ese punto, viéndose sin recursos para parar los ataques bizkainos, los fronterizos cometieron una serie de golpes de castigo que culminaron en una expulsión temporal para André Ferreira, por hundir intencionadamente una maul. Inmediatamente a continuación, los universitarios hicieron valer su superioridad numérica para ensayar por cuarta vez (26-0).
A pesar del desastre defensivo, el Txingudi generaba peligro cuando mantenía la posesión del balón. Tras recuperar rápidamente el balón tras el saque de centro, lograban encadenar varias fases y forzar una touch en la línea de 5 metros rival. A la continuación y tras varios pick and goes de la delantera, llegaba el primer ensayo bidasotarra, obra de Lander Vielba y que Ugo Poncini transformaba (26-7).
En los siguientes minutos, y hasta el final de la primera parte, el Txingudi seguía dejando huecos en defensa que el Uni Bilbo B supo aprovechar para lograr 4 ensayos más, llegando al descanso con un abultado 48-7.
Esta vez hubo revulsivo
Al contrario que en el último encuentro, el descanso sirvió a los bidasotarras para ordenar ideas y salir con actitud a parar los ataques del rival. A los cinco minutos el fantasma de las lesiones se les volvía a aparecer, cuando Javi Boes se retiraba con una luxación en un meñique.
Unos instantes más tarde, en el minuto 52, llegaba el noveno ensayo bilbaíno, tras un touch-maul que los jugadores del Txingudi no lograron detener.
El juego siguió la misma tónica de desborde de los locales por las bandas pero, en esta ocasión, los fallos de manos en los últimos metros les hicieron dejar de ensayar en varias ocasiones. En la recta final del partido, Román Solís recibía una tarjeta amarilla por placaje peligroso, a lo que precedió el último ensayo local.
Ya en los últimos instantes, un nuevo ataque bidasotarra lograba forzar una touch a pocos metros del ensayo contrario. Al igual que en el primer ensayo, el maul posterior y las fases de delanteros dieron su fruto y Joao Costa posó el balón en la zona de ensayo. Ugo Poncini se encargó de transformar la última patada del encuentro (60-14).
Parón navideño
Tras el partido del sábado, los de Camarero y Herrero disfrutarán de unas semanas de descanso por el parón de la competición en Navidad. A la vuelta, previsiblemente el 8 de enero, recibirán en Plaiaundi al Rioja, que actualmente se sitúa en 4ª posición en liga.