El presidente, Gurutz Aginagalde, con una camiseta del club. / CD Bidasoa

El C.D. Bidasoa ha recibido este domingo el Premio Sabino Arana en reconocimiento a su labor y trayectoria en estos 60 años. El acto se ha celebrado en el Teatro Arriaga de Bilbao y en nombre del club, el presidente Gurutz Aginagalde ha recogido el premio: “Con las raíces en Irun, el club está abierto a Euskadi, de Artaleku mira a Europa y así seguiremos trabajando como lo hemos hecho en estas seis décadas”.

“La cadena no se ha roto en estas décadas y cada vez está más consolidada. Tenemos jugadores de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava e Iparralde trabajando en nuestra cantera; nuestro primer equipo vuelve a llevar el nombre de Irun por Europa, y Artaleku vuelve a ser lo que ha sido históricamente Artaleku, a veces hasta quedarse pequeño”, ha declarado en el mensaje de agradecimiento, en el que ha recordado la aportación de todas las personas que han trabajado a favor del club durante estas seis décadas, con todos los presidentes al frente, incluido el de honor, Beñardo García.

“Desde el fundador José Miguel Arana y su esposa Alicia Rodríguez hasta todas las personas que conforman la estructura actual. Con el recuerdo de Beñardo García, presidente de honor, y de Juantxo Villarreal, entrenador de los tiempos gloriosos, que no han podido estar hoy aquí, pero también poniendo en valor al equipo humano que lideró José Ángel Sodupe en medio de la tormenta en 2011”, ha subrayado Aginagalde, que ha reafirmado que el C.D. Bidasoa “tiene raíces en Artaleku, en el frontón Uranzu y en Irun, pero que ha crecido abierto al mundo en estos 60 años: gracias al trabajo silencioso de mucha gente, el nuestro es un club histórico en nuestro deporte, uno de los 15 que sabe lo que es ganar la Champions League. Compitiendo contra proyectos más fuertes y ciudades con más población que Irun y que incluso todo Euskadi. Eso somos nosotros”.

En su intervención, Aginagalde ha destacado el valor de la formación y el valor del Bidasoa Irun como “motor de la ilusión social”: “Al igual que Elgorriaga fue un revulsivo de ilusión de un pueblo golpeado por el cierre de las aduanas en 1993, hoy, en plena pandemia, ese motor de ilusión que somos los equipos deportivos para la sociedad también es parte de nuestra responsabilidad. No está siendo fácil la salida de esta crisis, pero poco a poco lo estamos haciendo: afición, instituciones y empresas, de nuevo todos juntos, volvemos a despegar”.

Este año han sido galardonados el jesuita vasco-venezolano Luis Ugalde, la asociación Amaiur Gaztelu, el periodista Luis Mari Bengoa, el Basque Culinary Center, la embarcación de rescate de migrantes Aita Mari y el CD Bidasoa. En anteriores ediciones, y en lo que respecta a los clubes deportivos, han sido premiados el Athletic Club, la Real Sociedad de Fútbol, la Fundación Euskadi y el Baskonia.

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