El Real Unión Club y el Bar Gaztelumendi han llegado a un acuerdo por el que el histórico establecimiento irundarra pasa a ser patrocinador del club. Ubicado en plena plaza de San Juan y con más de 75 años de historia, el Bar Gaztelumendi, regentado desde hace 2 años por Antonio Natalio, es un referente de la cocina tradicional vasca, al que se le ha sumado en los últimos tiempos un toque innovador con el que diferenciarse y posicionarse en pleno centro de la ciudad. Los picantes, las bolas de queso o las gabardinas del Bar Gaztelumendi forman parte de la historia de nuestra ciudad y han sido degustados por miles de irundarras y visitantes a lo largo de los años.
«El Bar Gaztelumendi es un referente de la ciudad. ¿Quién no ha comido un picante o un queso del Gaztelu? Nos hace especial ilusión que negocios con tanta historia se unan a nuestro proyecto. El Bar Gaztelumendi, al igual que el Real Unión, es parte de la historia de Irun», señala Igor Emery, presidente del Consejo de Administración del Real Unión.
En el marco de este acuerdo, el Bar Gaztelumendi donará también el balón del próximo partido que el Real Unión disputará en el Stadium Gal, este sábado, a partir de las 19:00 horas, frente al Zamora CF.
«Me gusta mucho la filosofía del nuevo proyecto del Real Unión, porque se asemeja mucho a lo que yo quiero para mis negocios, que no es otra cosa que crecer poco a poco, pero siempre teniendo en cuenta la esencia de lo que hacemos y de lo que somos. Es algo que tengo muy presente desde que estoy en el Gaztelu. Busco ofrecer el mejor producto y el mejor servicio para que los clientes se marchen contentos y quieran volver. Y siempre tengo presente la historia de este establecimiento. De ahí que los picantes, las bolas de queso o las gabardinas sigan formando parte de nuestra oferta gastronómica», señala Antonio Natalio, responsable del Bar Gaztelumendi, que regenta también el Restaurante Antxon.
Historia viva de la ciudad
Fue Ángel Gaztelumendi quien inauguró el establecimiento el 1 de enero de 1942. Clásico bar de poteo y comidas, enseguida se convirtió en un referente en la ciudad. En los años 70 llegó el relevo de la mano de Antxon Basabe y Adela Salvatierra. Una de las primeras transformaciones que impulsaron el matrimonio Basabe-Salvatierra fue la de hacerse con el local contiguo, lo que hoy es el Restaurante Antxon, que enseguida adquirió también fama por la calidad del producto y la atención. Poco después llegaría la pastelería, que e ubicaría en la primera sala, manteniendo el restaurante en el primer piso.
A mediados de los 80 llegó el relevo generacional y tomó las riendas del negocio familiar Javier Basabe, hijo de Antxon y Adela. El año 2000 trajo la segunda gran trasformación del Gaztelumendi, desapareciendo la pastelería y volviendo allí el restaurante. En 2004 llega también al negocio familiar Ángela Basabe, que da un nuevo empujón tanto al bar como al restaurante de la mano del cocinero Félix Manso. En 2019 es Antonio Natalio quien se hace cargo del establecimiento, manteniendo la esencia de lo que siempre han sido el Bar Gaztelumendi y el Restaurante Antxon y dándole a su vez un nuevo toque.
