Aritz Borda. / Real Unión Club

El Real Unión no pudo comenzar la liga este pasado domingo. El positivo de un jugador del filial, que se había entrenado con el primer equipo el sábado, obligó a suspender el Real Unión-Alavés B apenas una hora antes de que diera inicio el choque. El juez de competición tomaba la medida por precaución y siguiendo el protocolo sanitario y se de seguridad establecido. Plantilla y cuerpo técnico tuvieron que confinarse en casa a la espera de pasar pruebas PCR, a las que se sometieron ayer lunes por la mañana. Y el resultado de esos análisis ha arrojado un nuevo positivo, en este caso de entre los jugadores de la primera plantilla.

Si el sábado el jugador del filial, ante el positivo de un familiar cercano, utilizó mascarilla y un vestuario diferente durante el entrenamiento, en el caso de este nuevo positivo el contacto con el resto de jugadores ha sido directo y constante durante los últimos días, lo que ha obligado a plantilla y cuerpo técnico a confinarse.

El estreno, para noviembre

A falta de saberse la fecha en la que podrá enfrentarse al Alavés B en el que tenía que haber sido el primero encuentro de liga, este nuevo positivo y el confinamiento obliga al Real Unión a aplazar el encuentro de este próximo fin de semana en Leioa. Teniendo en cuenta además que en la tercera jornada el equipo descansaba al tratarse de un subgrupo de 11 equipos, la puesta en escena del equipo de Aitor Zulaika no se daría hasta la 4ª jornada, prevista para el 7-8 de noviembre en Laredo.

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