El delegado de deportes, Borja Olazabal, y representantes de Aspe y Baiko, han presentado este viernes en el Uranzu el festival de pelota del 1 de julio.
«No es un festival cualquiera. Es cierto que no tenemos fiestas, pero siempre cumpliendo con la normativa vigente y ante la posibilidad de que el público pueda volver a las gradas, desde el Ayuntamiento queremos ofrecer la posibilidad de que la afición pelotazale pueda disfrutar del Uranzu en una de sus citas más esperadas como es el festival del 1 de julio», ha destacado el delegado de Deportes, Borja Olazabal.
Así, el 1 de julio el frontón Uranzu abrirá sus puertas y contará con las medidas establecidas con motivo de la pandemia, entre otras un aforo del 60%; es decir, cerca de 420 localidades se pondrán a la venta a partir del lunes 28 en la página web www.entradas.com. Los precios de cada localidad serán de 25 euros y 30 euros en función del tipo de asiento.
El cartel es de alto nivel con presencia de tres de los cuatro finalistas del pasado Campeonato de Parejas. El primer partido, con inicio a las 18:00 horas será Elordi – Erostarbe contra Arteaga – Larunbe; y a continuación el estelar enfrentará a los vigentes campeones, Elezkano – Zabaleta y a Olaizola – Albisu.
Uranzu, una referencia
Con el festival del 1 de julio, el frontón Uranzu encadena una nueva oportunidad en lo que va de año para disfrutar de la pelota en la ciudad, si bien en esta ocasión la diferencia fundamental será la presencia de público en las gradas. La instalación irunesa se consolida así como una referencia siendo además uno de los primeros frontones de Euskadi que acogerá público tras la nueva normativa.
A comienzos de este año 2021 Irun acogía la primera jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de mano parejas y en marzo el Master Laboral Kutxa de pelota femenina se decidió por segundo año consecutivo en el Uranzu. Además el domingo 6 de junio llegó un nuevo encuentro de alto nivel en lo que va de año con el partido por el tercer y cuarto puesto del Campeonato manomanista, un choque que resultó además clave en el devenir del torneo porque metió a su ganador – Rezusta – en la gran final a consecuencia de la lesión de Artola.
