Llegó al club en enero de este año para desempeñar las tareas de dirección deportiva pero la marcha del equipo y la destitución de Alberto Iturralde hicieron que el Consejo de Administración le pidiera tomar las riendas del vestuario unionista. Tras una derrota por la mínima en Valladolid y el empate de Lezama, a Gorka Etxeberria se le ha presentado una nueva dificultad, esta vez en forma de coronavirus.
– ¿Cómo lleva el confinamiento y el no poder entrenar ni seguir el día a día del club de forma presencial?
Sin duda es un contratiempo. Una vez que ya me había metido en el rol de entrenador, estaba muy centrado y muy contento con la respuesta del equipo, por lo que ahora, con este parón, no puedo impedir sentir la pena de no haber podido dar continuidad a lo que estábamos haciendo. Pero, por otro lado, tenía un montón de tareas tanto de secretaría técnica como relacionadas con el fútbol base recién iniciadas y las había tenido que congelar un poco, y ahora estoy pudiendo retomarlas para seguir preparando todos los planes que queremos poner en marcha de cara a la temporada que viene, que inicialmente era mi tarea principal.
– Para un deportista un parón en la competición supone, irremediablemente, peder la forma. ¿Cómo están afrontando en el Real Unión esta situación?
Hemos proporcionado a los jugadores un plan de mantenimiento, pero es verdad que ni pudiendo salir a correr, poco se puede hacer. Es evidente que cuanto más se alargue esta situación, más imprescindible va a ser que nos den un tiempo de reactivación antes de volver a competir, si no quieren que nos carguemos a los jugadores.
– La crisis por el coronavirus ha llegado además en el momento en el que cogía las riendas del primer equipo. ¿Esto le corta la progresión o le da más tiempo para que los jugadores interioricen conceptos?
Corta por lo sano la progresión del equipo. Un equipo son los mecanismos y las interacciones que se crean entre sus miembros y, sin estar juntos, eso se corta. Lo que sí estamos aprovechando es para seguir trabajando lo psicológico y lo emocional. Además del plan físico que hemos dado a cada uno, yo personalmente estoy manteniendo contacto individual con todos los jugadores para realizar una autoevaluación y poner en marcha un proceso con cada uno de cara a seguir enchufados con los objetivos y avanzar en aspectos individuales relacionados con los planteamientos, la consciencia y el rendimiento individual.
– Veámoslo por el lado positivio. También hay jugadores que arrastran molestias que van a poder recuperarse del todo…
Pues ni eso lo veo positivo, porque ambos (Orbe y Javi) ya estaban entrenando con el grupo y lo que necesitaban era precisamente entrenamiento específico de fútbol, para coger ya el último puntito.
– Vayamos a lo deportivo, a expensas de saber cuándo se va a reanudar la competición. Tras la derrota de Valladolid, el equipo se trajo un buen punto de Lezama ante uno de los rivales más duros de la categoría…
El resultado (aunque sé perfectamente que es el único objetivo que cuenta) depende de infinidad de factores, muchos de ellos incontrolables. En lo que yo enfoco mi tarea es en el rendimiento (que no es lo mismo). Y, sinceramente, creo que el equipo en Valladolid rindió bien y en Lezama muy bien. Yo he visto un crecimiento, en progresión y en la línea que yo pretendía. En este sentido, creo que el proceso estaba siendo coherente y fructífero, a la espera de que, efectivamente, nos acercase a mejores resultados, claro. De hecho, cuando volvamos, el objetivo será precisamente ese: recuperar el camino, recuperar el nivel y seguir creciendo en rendimiento, para acercarnos lo máximo posible a unos mejores resultados.
– Quedaría enfrentarse al líder cuando se reanude la competición y luego encuentros contra rivales directos. En sus comparecencias ante la prensa siempre le he escuchado decir que ve al equipo trabajando muy bien y que tiene plena confianza…
Siendo un tópico el decir que todos los rivales son difíciles, lo cierto es que en la recta final (10 últimos partidos) nadie va a regalar nada y nunca sabes dónde están los puntos y dónde los tropiezos. Por eso el reto es rendir bien siempre y ser capaces de reponernos y retomar el camino tras los tropezones. Si hacemos eso, obtendremos los puntos necesarios.
– ¿Qué le falta al equipo para lograr resultados?
Desde mi perspectiva, en este momento solo necesita algo de tiempo. Pero no me refiero a que necesitemos un periodo en el que podamos no ganar, sino a que necesitamos seguir creciendo mientras no dejamos de rendir. No hay excusas: tenemos que rendir (e ir puntuando) mientras seguimos creciendo y rindiendo, para puntuar cada vez a mayor ritmo.
– También repite constantemente que su área de trabajo es la dirección deportiva y que volverá en cuanto le sea posible…
Nunca he negado que a mí me encanta entrenar. Pero también la dirección de fútbol y no tengo ningún problema en hacer la una o la otra. Pero en este caso, en este proyecto y en este club, yo vine con un encargo concreto y me gustaría completarlo. Creo que el Real Unión necesita más una buena organización deportiva, para luego tener también un buen entrenador, claro, pero sobre un proyecto que pueda dar estabilidad a todo el club a medio plazo. Y mientras no me digan lo contrario, eso es lo que tengo entre ceja y ceja.
Mucho ánimo y mucha suerte.